Entre las enzimas que desempeñan un papel fundamental en la optimización de la nutrición animal, la xilanasa es ampliamente reconocida por su capacidad para descomponer polisacáridos complejos en ingredientes de alimentos de origen vegetal, mejorando la utilización de nutrientes y el rendimiento general de los animales. Sin embargo, en las últimas décadas, a pesar de los avances en la producción, las tecnologías de procesamiento y la utilización de subproductos, la tecnología de la enzima xilanasa se ha quedado rezagada, especialmente en la flexibilidad requerida para la formulación de dietas modernas.

Las presiones del mercado y el creciente interés por la sostenibilidad están impulsando el uso de materias primas alternativas (locales) en las dietas para cerdos. Las alternativas, especialmente las materias primas procesadas y los coproductos, tienden a tener un mayor contenido de fitato, fibra y proteína no digerible que el grano original o la semilla oleaginosa. Esto reduce la eficiencia alimenticia. Por lo tanto, el uso de enzimas en dietas para cerdos que contienen materias primas alternativas también puede brindar beneficios para la sostenibilidad, ya que se minimizan y reducen las pérdidas.

En los últimos años, los probióticos han ganado una atención significativa como una solución potencial para mejorar el crecimiento y la productividad de los animales. Los investigadores han estado explorando los beneficios de agregar probióticos a la alimentación animal y, hasta ahora, los resultados han sido prometedores.